LA CUNA

Hace algún tiempo, os hable aquí de la minicuna. ¿Y qué toca después de la minicuna? ... ¡pues la cuna! pero no ... queridas-mamás-embarazadas-a-punto-de-dar-a-luz ... ¡no os volváis locas! porque va a pasar un tiempo más que prudencial hasta que la criatura pueda dormir en la cuna, así que ... ¡tenéis tiempo de sobra para meter este mega-trasto en casa!

Después de rechazar varias cunas que me ofrecieron (si ... soy tonta de capirote ...) y de leer opiniones de todo tipo por internet, nosotros decidimos comprar la cuna Gulliver de Ikea. Y no queridos ... que cueste 79,99€ no implica que los niños se caigan de la cuna ni que les quede la espalda como un churro. Sólo implica que papá y mamá ... no se gastaron 400€ en la cuna.

¿Por qué esta? lo primero de todo ... ¡porque era blanca! y ... discútele tu, a una embarazada de siete meses ... que da igual, que el color es secundario ... ¡ja! (no os atreveréis ...).

Y además de ser blanca, como veis, tiene 3 posiciones:

En la primera foto podéis ver le primera, donde el colchón está elevado. Esta posición es muy útil cuando el bebé todavía no intenta emular a un monito-trepador. Lo metes y lo sacas de la cuna sin que tu espalda se cague en tus muelas ...

En la segunda foto podemos ver las posiciones dos y tres.

En la posición dos podemos colocar el colchón en la parte baja (recuerda, monito-trepador ...). La espalda se resiente ... ¡pero el monito-trepador no se lanza de la cuna! (evidentemente, la cuna deberá tener todos los barrotes, como en la primera foto)

Y por último: colchón bajo y sin barrotes por un lateral. Cuando el peque ya esté más crecidito (porque la cuna se puede utilizar perfectamente hasta los 3-4 años), la cuna se convierte en una cama de la que se podrá meter y salir él solo.

Después de usarla durante un año, os puedo decir que es una muy buena opción. Muy barata, cero problemas.

¡¡Que tengáis un buen miércoles!!